A las ocho de la mañana recibimos una llamada urgente de los vecinos de una casa particular en la calle Vía Làctea de Olivella, que desde hacía 2 o 3 días tenían severos problemas en el inodoro, ya que no tragaba como debía.
Después de desatascar el sifón general y el desagüe general de la casa seguimos limpiando en profundidad el desagüe general para que se quedara todo limpio, hasta que notamos que la manguera se quedaba clavada y que salía mucho barro.
Informamos al cliente del problema que había y le aconsejamos hacer una inspección de la instalación de los desagües para ver exactamente qué problemas había.
Al hacer la inspección con la cámara tv detectamos que el empalme del sifón general con la tubería general estaba roto y que en varios puntos la tubería estaba chafada. Todo esto, con el tiempo, podía provocar problemas muy graves como por ejemplo que las raíces de los árboles entraran por los desagües (buscando la humedad), la tubería podría romperse y hundirse del todo, etc.
El cliente nos pidió hacer un presupuesto de todo lo que se tenía que hacer para evitar problemas.
Después de aceptar nuestro presupuesto de todo lo que se tenía que hacer para evitar problemas, empezamos las obras de pocería.
Descubrimos la tubería que estaba mal para poder colocar otra tubería nueva de PVC y un sifón general con dos tapones de registros.
El cliente quedó satisfecho, pero le dijimos que no debía echar por la red de saneamiento restos que no se deshicieran y que debería hacer un mantenimiento de sifón y tubería general cada año, según la normativa del Ayuntamiento De Barcelona.
